Además, la Confederación niega problemas ambientales con el desbroce en el río de Villafranca

En la reunión mantenida ayer entre el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero y los representantes municipales, Antonio Gato propuso a los regantes de Valderas la posibilidad de captar agua para las 1.000 hectáreas de regadío que existen en la zona a través de la balsa del sector XI de la Margen Izquierda del Porma en lugar de construir la nueva presa de La Semillana.

Según señala el organismo de cuenca en una nota de prensa, ésta «es la alternativa más adecuada tanto técnica como económica y medioambientalmente».

La otra solución barajada por los regantes, la construcción de del embalse de La Semillana, sería más complicada de llevar a cabo teniendo en cuenta, según continúa explicando la CHD, que un informe emitido por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, de fecha del 13 de febrero de este año, se han detectado once cuestiones que demuestran que el proyecto de una nueva presa «presenta serios problemas de seguridad».

En los próximos días, la Confederación convocará a una reunión a las comunidades de regantes de Valderas y Margen Izquierda del Porma y Junta de Castilla y León para que intenten llegar a un acuerdo respecto a la alternativa propuesta por la CHD.

Problemas ambientales en Villafranca

La denuncia hecha por el colectivo ecologista A Morteira sobre los problemas ecológicos causados por la tala de árboles en la ribera del río Burbia en Villafranca fueron ayer negados por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Desde este organismo aseguran que los trabajos que se están realizando en un tramo de 250 metros aguas arriba del río Burbia «no están afectando a la nidificación», e insisten en que cuentan con todos los permisos medioambientales necesarios. La Comisaría de Aguas sostiene que la actuación objeto de denuncia por parte de la asociación para la defensa de árboles A Morteira, consiste en un tratamiento silvícola, de limpieza y desbroce selectivo de la vegetación de ribera, «tratando de favorecer a todas aquellas especies del bosque de ribera autóctono».

«Los trabajos se están realizando con cuidado, aplicando únicamente podas de formación y talando aquellos pies inclinados y susceptibles de caer sobre el cauce del Burbia en un corto-medio espacio de tiempo, con el fin de evitar futuros problemas», expresan en una nota de prensa. Además, dice que los técnicos de la Confederación acuden con frecuencia para supervisar la actuación y evitar talar algún árbol en el que haya nidación. Insisten en que «se está poniendo especial atención en no talar ni realizar actuaciones sobre aquellos árboles o arbustos utilizados por la avifauna».